Tuve la gran oportunidad de asistir al concierto que Metallica dio en la Ciudad de México, el domingo 7 de junio del 2009. Como parte de su gira Death Magnetic Tour 2009, la alineación encabezada por James Hetfield por fin hizo su triunfal retorno a tierras aztecas. No tienen idea de la emoción que fue para mí por fin ver a una de las bandas que más he admirado durante la mayor parte de mi vida, fue algo increíble. Además junto con los 10 años que tenía esperando a que volvieran a México (no pude asistir a su pasado concierto en 1999) creo que era entendible las ansias que tenía esperando el gran día. Y finalmente el momento llegó.
Todo estuvo genial, desde la iluminación, el sonido, el espectáculo de luces y fuego, el desempeño de la banda y la selección de canciones. Pocas veces me he sentido tan abrumado (de manera positiva) al experimentar como culminaba Hetfield su solo en Enter Sandman con un estruendoso guitarrazo, una pose triunfal, torres de fuego por todo el escenario y fuegos artificiales explotando en el cielo nocturno. Simplemente hermoso!!! 
Y como no todo en la vida es erotismo, obviamente hubo algo negativo durante el concierto. No fueron las bandas que abrieron (de lo cual voy a hablar en un momento), no fue el estar parado 8 horas seguidas sin descanso, ni tampoco los exorbitantes precios de cualquier cosa ($30 la botellita de 600ml. de agua 
).
LO PEOR FUE LA MALDITA GENTE!!! Comprendo la desesperación por esperar 5 horas parados para que salga Metallica, pero no entiendo la constante falta de respeto e incluso violencia, no solo entre los asistentes, sino también para los profesionales que su único propósito era que la gente disfrutara un buen concierto.
Pobres de los grupos que abrieron, tanto Resorte como Avenged Sevenfold sufrieron las estupideces de un público que, incomprensiblemente, los abuchearon e insultaron. A pesar de que ambos grupos dieron muy buenas actuaciones, la gente les exigían a base de gritos que saliera Metallica, como si ellos tuvieron algo que ver con esa decisión!! Al pobre vocalista de Avenged Sevenfold incluso le pegaron en la cara con una botella de agua que algún imbécil en el público le aventó. Fue uno de esos momentos en los que es inevitable pensar: “casi me apena ser mexicano”. Nunca en mi vida lo he dicho porque odio esa frase, pero era lo único que se me venía a la cabeza al sentirme aplastado por la estupidez general que me rodeaba.
Bueno, ya que por fin me saqué eso del pecho, tengo que aceptar que no todos eran así, pues también asistió banda buena onda que iba a divertirse y a disfrutar, haciéndome más leve la espera para ver a Metallica. Y fue una espera que valió mucho la pena, pues pude disfrutar uno de los mejores conciertos de mi vida!!!
Metallica aguardamos con ansias tu regreso, ojalá que no tengamos que aguantar otros 10 años.
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